El Grito Infinito

llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones

Leyendo... "La caída del imperio romano", de Peter Heather

Publicado por Álvaro en , el 26.8.09

[...] la posición social y el estilo de vida de la élite terrateniente dependía de una distribución tan desigual de la propiedad que los pobres tenían una ventaja numérica formidable (lo que, sin duda, habría dado lugar a una redistribución de la riqueza de no haber existido un organismo que lo evitara). En el siglo IV, este organismo era, como había venido sucediendo durante siglos, el estado romano. Por regla general, los terratenientes podían confiar en su capacidad para contrarrestar su debilidad numérica mediante la aplicación de las leyes dictadas en su favor. [...] Por consiguiente, podríamos concebir la participación de los terratenientes en el sistema romano como una colaboración asociada a una ecuación de costes y beneficios. Su coste era la suma de dinero que aportaban anualmente a las arcas del estado. Lo que obtenían a cambio era la protección de la riqueza en la que hallaba fundamento su posición.

Sustituyan "terrateniente" por "empresario", "estado romano" por "estado moderno" y el siglo IV por el siglo XXI. Un autor que analiza la Historia lo más objetivamente que puede (de forma recomendabilísima, por cierto), que hasta donde yo sé no puede ser acusado de anarquista, va y condensa todo el pensamiento antiestatal en unas líneas.

En los últimos números del periódico de la CNT han aparecido unos artículos que intentan acabar con el mito de que el Estado se opone al Capital. Quienes sostienen eso (gente tan inteligente como Noam Chomsky y los de ATTAC) no han comprendido que el Estado es una de las causas de las desigualdades económicas y los privilegios de la élite. En cambio, un historiador nada sospechoso de revolucionario sí lo ha comprendido. Qué cosas.